Mi animal

Años 9-11
Valor Éticos
Ubicación Fuera del Aula
Tema Autocuidado
Visión general l autocuidado es una habilidad que nos ayuda a cuidarnos física, emocional, mentalmente, pero también espiritualmente. Los niños viven en un mundo muy acelerado, al igual que nosotros los adultos, en el que muy a menudo, un día no es suficiente para cumplir con todas sus obligaciones. Escuela, deberes, formación, idioma adicional, etc... Tomarse el tiempo para sentir las necesidades de su cuerpo y sus emociones es una habilidad que se puede enseñar. También se necesitan herramientas: cómo hacerlo. La atención plena o mindfulness es el proceso psicológico de dirigir la atención al momento presente. Ser consciente significa sentir lo que está sucediendo dentro de nosotros mismos y fuera del mundo, sin evitar información o sentimientos que no nos gustan o no deseamos. Se puede definir como “vivir el presente y sin juzgar a nada ni a nadie”. La atención plena se puede desarrollar a través de la meditación y otras prácticas contemplativas como la visualización guiada. El conocido como "Mindfulness ambiental" se refiere a la práctica de atención plena aplicada al entorno natural, en el sentido de que la práctica de mindfulness puede ayudar a cultivar una conciencia no dualista, puede conducir a actitudes compasivas hacia lo otro “que no es humano” y, contribuir a apoyar una transición hacia la sostenibilidad.
Objetivos de aprendizaje Practicar ser intensamente consciente de lo que estás sintiendo dentro de nosotros mismos y fuera del mundo en el momento.
Habilidades desarrolladas Habilidades de observación Habilidades respiratorias Agudizar los sentidos
Método Diálogo Visualización guiada
Materiales Esteras
Pautas Esta actividad se realizaría mejor al aire libre, en el huerto escolar o si hay un parque cerca de la escuela. Pero también se puede implementar en el aula. Hay que asegurarse de que los niños estén cómodos y relajados mientras están sentados en círculo.   Pregúnteles, si fueran un animal, ¿qué animal serían y por qué?  Seguimiento del diálogo con subpreguntas: 
  • ¿Cómo se comunica? 
  • ¿Cómo se mueve? 
Los niños pueden responder a estas preguntas verbalmente o, mejor aún, moverse y hacer sonidos como el animal que les gustaría ser. 
  • ¿Qué come ese animal? 
  • ¿Vive solo o en grupo (manada, rebaño, solo...)? 
  • ¿Cuáles son sus principales sentidos (oído, vista, olfato, es sensible a un tacto, gusto…)? 
  • ¿Con qué sentido experimentas más el mundo?
  • ¿Cuál es tu segundo sentido más fuerte?  
  • ¿Y el tercero? 
  • ¿Dependemos nosotros (los humanos) de nuestros sentidos tanto como los animales? 
  • ¿Son nuestros sentidos tan fuertes como los sentidos de tu animal? 
Si un niño elige un animal que carece o tiene un cierto sentido pobre (por ejemplo, un topo tiene muy mala vista), pregúnteles qué otro sentido/s puede compensar esa carencia. También pueden imaginar lo fuerte que debe ser ese otro sentido para que los animales se muevan y cacen.   
  • Si experimentamos el mundo a través de tu sentido animal, ¿sería tu experiencia muy diferente a si lo haces como ser humano? 
Dígales a los niños que se sumergirán en una visualización con la ayuda de su animal elegido y que tratarán de experimentar el mundo a través de sus sentidos.  Pida a los niños que desplieguen sus esteras y se acuesten boca arriba. Pueden ubicarse donde se sientan seguros, pero no muy lejos, para que puedan escuchar las instrucciones.  Explique que durante la visualización se harán preguntas, pero no es necesario que respondan en voz alta. Pueden imaginar las respuestas por sí mismos.  Al guiar a los niños a través de la visualización, se debe hablar con voz natural y agradable y con pausas entre cada instrucción: 
  • Cierra los ojos y relaja la mandíbula. 
  • Respira hondo por la nariz. Aguanta la respiración y exhala por la boca. 
  • Relaja los brazos. Tus piernas. Tu cuello y tu cabeza. 
  • Siente que tu columna vertebral se hunde en el suelo. 
  • Respira profundamente y siente cómo se mueve tu vientre y tu pecho. Siente el pulso dentro de tu cuerpo. Exhala por la boca. 
  • Siente cómo tus pensamientos se están aclarando y todo lo que puedes escuchar es mi voz. 
  • Respira profundamente por la nariz una vez más y mientras exhalas por la boca, deja salir todos tus pensamientos.
  • Estás relajado y cómodo. 
  • Ahora, imagina a tu animal. 
  •  ¿Cómo se ve? 
  • ¿Cuáles son sus colores?   
  • ¿Se está moviendo? 
  • Saluda a tu animal. 
  • Pregúntale cortésmente si podrías tomar prestados sus sentidos. 
  • Siente tu respiración. 
  • Con cada respiración tus sentidos se están fortaleciendo. 
  • Cada vez más. 
  • Ahora huele el aire que te rodea. 
  • ¿A qué huele? 
  • ¿Puedes oler la hierba? (pregúnteles por los diferentes olores que hay en su ubicación)
  • ¿Te gusta? ¿Cómo te hace sentir? 
  • ¿Qué escuchas a tu alrededor?  
  • ¿Son agradables esos sonidos? ¿Están llenos de vida? (pídales si escuchan sonidos que pudiera haber)
  • Ahora, siente tu piel tocando la hierba. 
  • ¿La hierba es suave o afilada? 
  • ¿Hace cosquillas?
  • Observa si el suelo está húmedo o seco. 
  • ¿Qué recuerdas haber visto antes de cerrar los ojos? 
  • ¿Qué colores hay a tu alrededor? 
  • ¿Qué tipos de árboles y flores?  (pregúnteles por diferentes lugares que se encuentran en su ubicación)
  • Imagina que tus ojos están abiertos, ¿ves algún detalle interesante?
  • Mueve un poco la lengua. ¿Qué sabor tienes en la boca?   
  • ¿Es agrio, dulce, picante o no tiene sabor? 
  • Ahora trata de sentir todas esas sensaciones a la vez. 
  • Sigue respirando. 
  • ¿Cómo te sientes? 
  • Quédate con tus sentidos un poco más, siéntelos y simplemente respira. 
  • Ahora, respira hondo y exhala. 
  • Imagina a tu animal de nuevo. 
  • Agradece a tu animal el haberte dejado tomar prestados sus sentidos y devuelvelos con respeto.
  • Dile adiós.  
  • Sigue respirando un poco más y cuando te encuentres listo, comienza a mover lentamente las piernas. 
  • Primero los dedos de los pies, luego las rodillas. 
  • Ahora mueve los dedos lentamente, luego el codo. 
  • Mantén los ojos cerrados.  
  • Respira hondo y estírate como si estuvieras despertando. 
  • Cuando estés listo, abre los ojos lentamente.
  • Mantén tus sentidos abiertos y mira a tu alrededor durante un rato. 
Una vez que los niños estén despiertos, pregúnteles cómo se han sentido: 
  • ¿Has experimentado el mundo de manera diferente? 
  • ¿Qué sentido fue el que consideran más interesante? 
  • ¿Has notado algo en tu entorno que no habías notado antes? 
  • ¿Pudiste aclarar tus pensamientos?
  • ¿Te sentiste más en calma y más relajado o no? 
  • ¿Tienes una perspectiva más profunda/clara del animal que imaginaste? 
Después de la discusión, dígales a los niños que pueden hacer este ejercicio de vez en cuando. Centrarse en el mundo que les rodea a través de sus sentidos y relajarse a través de la respiración.
Consejos Materiales adicionales ¿Cómo realizarlo en línea? ¿Qué hacer en casa? Se puede hacer este ejercicio online. Dígales a los niños que se pongan los auriculares. Luego, mientras se guía la visualización, se pueden poner los sonidos de la naturaleza en segundo plano. Los sonidos se pueden acompañar con música suave.  Lecturas adicionales: https://beagleproject.eu/wp-content/uploads/2020/11/0.-Environmental-mindfulness_introduction_EN_final-copy.pdf  EN INGLÉS https://www.youtube.com/watch?v=6z6IpP4c4EY https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/psicologia-infantil/beneficios-mindfulness-nuestros-hijos/    
Autor Marija Kragić, Ivana Kragić
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